El cuento de la buena soja anduvo de visita por Santa Fe, y volvió lleno de nuevos amigos y aprendizajes, y con mucha energía para continuar el camino.
Quiero agradecer a todas las instituciones que abrieron sus puertas a esta propuesta, y a todas las personas que hicieron posible la realización de los talleres, y en especial a Graciela Mir, que me contactó con tanta gente linda, ¡y que fue una gran compañía y anfitriona todos esos días que estuve en su casita ! ¡Gracias Gra!
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