Hablar del paso por la Escuela 44 es hablar de cariño, energía, ¡y mucha participación! Los chicos sorprendieron con sus representaciones. Con mucho humor e ingenio se convirtieron en Nonsantos, en Juanitos, en mamás de Juanitos… y al terminar la tarde, con los de 5to A y B, todos sentíamos ganas de seguir recreando la historia. ¡Y los chicos dijeron que armarían sus propios títeres para representar El cuento de la buena soja! Y así, entre juego y juego, reflexionamos sobre las supuestas bondades de los biocombustibles, y surgieron las ideas de hacer campañas de concientización sobre el tema. Ojalá los chicos no pierdan el entusiasmo que tenían ese día. En lo personal, su participación me llenó de una energía que llevo desde entonces al resto de las escuelas, ¡porque los chicos de la 44 me enseñaron mucho!
No olvido la simpática y honesta reflexión de uno de ellos:
–La soja le hace mal al suelo –sentenció.
–Claro –aseveré yo – ¿y vos cómo sabés eso?
–Porque lo dice siempre mi papá, que siembra soja en nuestro campo. Él me explicó que sabe que le hace mal al suelo, pero que lo hace porque nos deja plata…
...
¡Así estamos!
Va mi agradecimiento y afecto para la directora de la institución, María Luisa Almirón, para las bibliotecarias Sandra y Yanina, también para Griselda y Laura, y para los docentes de todos los 4tos y 5tos de turno mañana y tarde. Por último, un especial saludo para Matías, para Alejo, y para todos los chicos, ¡gracias!




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